En la Unidad de Cirugía Oculoplástica ponemos a su alcance procedimientos médicos y quirúrgicos encaminados a rejuvenecer y mejorar el aspecto del rostro.
El cirujano oculoplástico es el especialista indicado para este tipo de procedimientos ya que combina los conocimientos en oftalmología con una extensa formación en cirugía y tratamientos estéticos, condiciones imprescindibles para lograr resultados satisfactorios y seguros.
Existen una serie de decisiones médicas claves en el procedimiento de cada paciente, que hacen de la técnica algo específico para cada paciente, es un tratamiento personalizado. Por ello, el resultado de esta cirugía va determinado, no sólo por el defecto de refracción del paciente sino fundamentalmente, por el cirujano que realiza el procedimiento, por las características del centro y el protocolo seguido en él, así como por la excelencia del láser elegido.
Blefaroplastia
La cirugía estética de párpados se denomina blefaroplastia y se indica cuando existe un exceso de piel o bolsas grasas alrededor de los ojos. Estos cambios que aportan un aspecto de tristeza, cansancio y envejecimiento prematuro, tienen una solución segura y satisfactoria a través de la blefaroplastia. La blefaroplastia corrige y mejora estas alteraciones de forma muy natural pero con resultados notables.
La blefaroplastia en los párpados superiores tiene como objetivo corregir el frecuente exceso de piel (dermatochalasis), que en ocasiones puede llegar a cubrir las pestañas, y la presencia de grasa. En algunas personas obliga a enarcar las cejas y fruncir la frente continuamente, provocando en ocasiones cefaleas. Las incisiones de la blefaroplastia superior se realizan en el pliegue natural preexistente, por lo que no serán visibles con el paso del tiempo.
En los párpados inferiores podemos eliminar las molestas bolsas u ojeras reduciendo o moldeando la grasa palpebral a través de la conjuntiva, sin incisiones en piel ni cicatrices. Cuando existe un exceso de piel en el párpado inferior, la incisión se realizará por debajo de las pestañas, siendo esta prácticamente invisible al cabo de unas semanas
En ocasiones no existe un exceso manifiesto de grasa sino más bien un cambio en la unión del párpado inferior y la mejilla. En este último caso el reposicionamiento graso aporta una solución más natural y rejuvenecedora que la lipectomía o eliminación de la grasa.
Ambas cirugías pueden realizarse individualmente o de forma conjunta en un mismo procedimiento, dependiendo de las necesidades de cada caso. La blefaroplastia requiere de una evaluación individualizada y detallada, teniendo en cuenta los cambios anatómicos presentes así como las expectativas de cada paciente. Durante la planificación del tratamiento se analizarán los posibles procedimientos asociados a la blefaroplastia (cantoplastia/cantopexia, corrección de asimetrías….) con el fin de conseguir una corrección óptima y satisfactoria. También podemos mejorar los resultados de la blefaroplastia con tratamientos no quirúrgicos como la toxina botulínica o los rellenos faciales; nuestro especialistas le explicarán la solución más adecuada a su caso.
La cirugía se realiza mediante microcirugía y con anestesia local y sedación, de forma ambulatoria. El mismo día de la intervención sus ojos estarán destapados y podrá descansar en su domicilio. En caso de emplear suturas, éstas se retirarán entre 5 y 7 días. Le indicaremos de forma detallada todos los cuidados postoperatorios necesarios así como las recomendaciones para asegurar un excelente resultado de la blefaroplastia de forma duradera.
Tratamientos estéticos no quirúrguicos
Con el paso de los años el aspecto de nuestro rostro se va modificando debido a los cambios de la piel y a la pérdida de volumen y el descenso que experimentan los tejidos faciales. La caída de las cejas, el exceso de piel del párpado superior o las bolsas y ojeras en los párpados inferiores junto a las arrugas o líneas de expresión, son algunos de los signos que evidencian el proceso de envejecimiento facial y el daño solar acumulado en nuestra piel.
Existen múltiples tratamientos estéticos enfocados a mejorar estos signos y recuperar el volumen y la posición de los tejidos faciales con el fin de rejuvenecer la mirada y el rostro.
La aplicación de toxina botulínica (Botox®/Vistabel® o Xeomin®) y rellenos faciales de ácido hialurónico (Restylane® o Juvéderm®), son procedimientos rápidos y efectivos que ayudan a mejorar de forma notable nuestro aspecto sin recurrir a cirugía.
La clave de su éxito reside en lograr resultados que realcen nuestra belleza, aunque siempre de forma muy natural. Frente, entrecejo, patas de gallo y ojeras son las áreas que más se benefician de estos tratamientos.
Toxina Botulínica
La toxina botulínica es un tratamiento estético muy efectivo para el rejuvenecimiento facial. Bloquea de forma temporal la acción muscular. La contracción de los músculos faciales originan las arrugas y líneas de expresión. Al relajar los músculos faciales, elimina o suaviza las arrugas de la frente, el entrecejo, las patas de gallo u otras arrugas presentes en la nariz o labios.
El tratamiento se realiza en consulta de forma indolora. Se puede aplicar una crema anestésica 30 minutos antes del procedimiento para reducir la sensibilidad. El efecto comienza a partir del tercer día y alcanza su máximo efecto entre la primera y segunda semana. Si es necesario puede realizarse un retoque del resultado inicial en la segunda semana. Los efectos de la toxina botulínica tienen una duración aproximada de 3 a 6 meses, dependiendo de la dosis empleada así como de las sesiones previas realizadas. Generalmente 3 o 4 tratamientos al año son suficientes para mantener los resultados deseados.
Rellenos faciales
Con el paso de los años, parte del envejecimiento facial es resultado de una pérdida de volumen en determinadas áreas del rostro. La aparición de hundimientos y surcos hace que otros defectos resalten de una forma más evidente, como la aparición de bolsas en los párpados. Estos cambios de volumen aportan un aspecto más envejecido a nuestro rostro de lo que en realidad es.
Las sustancias de relleno tienen como objetivo restaurar el volumen perdido en determinadas áreas de nuestro rostro, como las ojeras (surco nasoyugal), el surco nasogeniano o las líneas de marioneta. El ácido hialurónico, presente de forma natural en nuestro organismo, el un material de relleno seguro y duradero. Sus efectos duran entre 6 y 12 meses, tiempo en el que podemos realizar un nuevo tratamiento. En ocasiones, especialmente en pacientes jóvenes, el tratamiento con ácido hialurónico puede restaurar el aspecto juvenil de la cara sin necesidad de realizar ningún procedimiento quirúrgico. Aunque el relleno con ácido hialurónico ha desplazado la cirugía en algunos casos, también es empleado en combinación con otros procedimientos quirúrgicos u otros tratamientos estéticos para conseguir mejores resultados finales. La forma de aplicación es mediante inyección, previa aplicación de una crema anestésica 30 minutos antes. Puede haber algo de sensibilidad y molestia, aunque no requiere de sedación.
Si tiene preguntas relacionadas con procedimientos específicos o con las combinaciones de tratamientos disponibles, consulte con nuestro especialista, resolverá sus dudas y le proporcionará toda la información que necesite.
Corrección de cirugía previa con resultado no satisfactorio
La cirugía cosmética o reparadora en ocasiones puede no tener el resultado esperado desde el punto de vista estético o funcional.
En consulta valoraremos la situación inicial previa y las posibilidades reales de corrección para recuperar la armonía o corregir un defecto existente.